dic 2013

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viernes, 10 de mayo de 2013

Errores y opciones

Uno se mete en esto de entrenar por variedad de motivos y motivaciones, pero una vez está dentro y avanza, y consigue estar a un cierto nivel, en el que las cosas se presupone se hacen lo seriamente que los recursos permiten, en el que la gente de la que te rodeas das por hecho que se involucra y sufre o disfruta como poco como tú, en el que sin un buen grupo de personas trabajando detrás tener un día a día decentemente organizado y sin carencias es inviable, esas motivaciones o intenciones iniciales, irremediablemente, se han de adaptar. El riesgo de equivocarse es alto y hay que asumirlo.

Obviamente, te puedes equivocar estés en el nivel en el que estés, pero creo que como entrenador, una de tus grandes responsabilidades es la de acertar.
Has de acertar con la temporada en sí, con la elección de club/equipo (sea renovando o llegando a un nuevo club), y con los objetivos generales que marcas y que, en teoría, han de ir de la mano de los que el club, si es coherente, espera de ti.
Has de acertar con el grupo de trabajo (si lo tienes, si lo encuentras o si puedes disponer de él).
Vital es acertar con la plantilla. Ellos son los verdaderos protagonistas, y mientras más alto sea el nivel de lo que consigas como mimbre para tu grupo, más posibilidades de éxito tendrás. Y no hablo sólo de calidad futbolística.

Sin duda, cuando te toca hacer análisis y te das cuenta de que hay cosas que se te han escapado de las manos, que por una cosa u otra nos has podido controlarlas, honestamente creo que para mejorar, la mejor manera es pensar que, en mayor o menor medida, tú has sido responsable de ello. Creo que es la única manera de mejorar, de avanzar.

Llegados al período de tomar deciones, no está de más valorar la opción de apartarte, de echarte a un lado, o simplemente de seguir otro camino.

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